Albermarle, Escondida y Zaldívar presentan descargos ante demanda del CDE

Las compañías aseguran que el daño ambiental es "inexistente".

A finales de marzo, el Estado de Chile presentó una demanda de reparación por daño ambiental contra Albemarle, Minera Escondida y Compañía Minera Zaldívar, debido a la extracción continua del Acuífero de Monturaqui-Negrillar-Tilopozo, ubicado al sur del Salar de Atacama. 

La información del Consejo de Defensa del Estado (CDE) indicó que las consecuencias son el deterioro “grave permanente e irreparable” del acuífero, ya que su capacidad de regeneración y su fauna quedó comprometida. 

Según el CDE, las empresas ignoraron el límite objetivo de extracción de agua. Sin embargo, de las tres mineras, solo Escondida paralizó el uso de agua el 31 de diciembre de 2019, mientras que las otras dos compañías continúan, incluso con planes de prologar el uso hasta 2025 en el caso de Zaldívar y Albemarle hasta 2040.

Por este motivo, las compañías involucradas presentaron oficialmente sus descargos el 15 de junio. Ante esto, los abogados de Escondida, respondieron que la demanda del Estado y de la comunidad indígena atacameña de Peine demandan un “daño inexistente”. De acuerdo con el DF, se añadió que no es efectivo que se haya producido una afectación a la capacidad de regeneración del acuífero, dado que “el largo período de recuperación de los niveles freáticos formó parte integrante de la evaluación ambiental del permiso de Escondida”. Además, la compañía descartó “por completo” los daños acusados por la CDE respecto de la fauna, flora, biodiversidad y comunidades que pudieran ser atribuibles a la minera. Además, los representantes legales agregan que, junto con las actividades de Albemarle, se desarrollan operaciones de SQM, actor que no fue emplazado. 

Por su parte, desde Albemarle señalan que la demanda no tiene “ningún antecedente que permita vincular todo lo planteado en ella, y las supuestas infracciones” con las operaciones de la minera. 

En ese contexto, representantes legales de Zaldívar, aclararon que el daño ambiental alegado en la demanda resulta ser “absolutamente inexistente”. Así, la empresa asegura que los antecedentes técnicos acreditan que el supuesto daño ambiental asociado a la extracción hídrica “no existe ni existirá en el futuro”.

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