Conoce los principales puntos que abordó la ministra de Minería en EXPONOR 2022

La jefa de cartera destacó la importancia de las alianzas entre el Estado y la empresa privada, por sus avances tecnológicos cada vez más desarrollados en la industria.

En el desarrollo de la inauguración de la décimo novena edición de EXPONOR, la ministra de Minería, Marcela Hernando, tuvo el espacio para dar a conocer el potencial, tanto de de la región de Antofagasta como de Chile, en la transición energética. 

Durante su presentación, la secretaria de Estado destacó la presencia las y los parlamentarios, así como también de las autoridades alemanas, regionales y “a toda la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA) con la que nos conocemos hace tantos años y a la que le debemos tanto, porque este sitial que ha ido ganando Antofagasta como la capital de la minería, no ha sido gratuito y ustedes han sido gran parte del motor de aquello”.

“En Antofagasta tuve el privilegio de iniciar mi trabajo en el servicio público, construir parte de mi carrera política y sentir de cerca las necesidades de un territorio en el que ha nacido y crecido EXPONOR. Al mismo tiempo, es también una región que cuenta actualmente con 18 proyectos mineros activos de cobre y litio, generadores de miles de empleos y que sitúan a nuestro país como el líder mundial en esta faenas. Para alcanzar este sitial, la inversión privada ha sido medular y EXPONOR ofrece una vitrina única”, señaló Hernando. 

Asimismo, añadió que “a modo de ejemplo, han sido desarrollos privados los que han permitido la incorporación temprana de agua de mar, tanto para consumo humano como industrial. Asimismo, ha sido la inversión privada en energías renovables no convencionales la que ha permitido avanzar sustantivamente con nuestras metas de descarbonización. Por ello, para nuestro Gobierno son claves las alianzas entre el Estado y la empresa privada, que destaca por sus avances tecnológicos cada vez más desarrollados”.

La jefa de cartera resaltó que las ventajas territoriales y la tradición minera histórica del país representan “el deber de contribuir con nuestros recursos para generar la transición desde los combustibles fósiles a la electromovilidad y el desarrollo de energías renovables no convencionales, al mismo tiempo que propiciamos un mejor ambiente para los trabajadores y las comunidades”.

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