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Por Javiera Pizzoleo , 8 de abril de 2025 | 11:33Guerra comercial por Trump: China restringe exportaciones de tierras raras

Las nuevas restricciones de exportación afectan directamente a elementos clave en tecnologías de alto rendimiento, energías renovables y defensa avanzada.
China ha intensificado su estrategia de control sobre los minerales críticos al anunciar nuevas restricciones a la exportación de siete tipos de tierras raras, en una medida que amenaza con desestabilizar el suministro global de materiales esenciales para la fabricación de tecnologías avanzadas.
El anuncio, emitido por el Ministerio de Comercio de China, forma parte de una represalia frente a los aranceles recíprocos impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump. El nuevo marco regulatorio establece una supervisión más estricta de las exportaciones de elementos como el neodimio, disprosio y terbio, usados ampliamente en dispositivos de alta precisión y aplicaciones militares de última generación.
China es responsable de aproximadamente el 70% de la producción mundial de tierras raras, y aún más del procesamiento y refinación global, según datos del Servicio Geológico de EE.UU. Aunque estos 17 elementos representan una fracción mínima en volumen dentro del comercio internacional, su importancia radica en sus propiedades electrónicas, magnéticas y ópticas únicas, que no tienen sustitutos directos en la mayoría de sus aplicaciones.
Impacto en el mercado
El impacto inmediato se reflejó en el comportamiento del mercado. Las acciones de China Rare Earth Holdings Ltd. aumentaron un 10% en Hong Kong, mientras que China Northern Rare Earth Group avanzó un 9,2%. En el ámbito internacional, la australiana Lynas Rare Earths Ltd. —el único productor significativo fuera de China— subió un 5,1%, ante la expectativa de una mayor demanda y precios más altos.
A nivel técnico, los elementos afectados están directamente relacionados con tecnologías de transición energética y defensa. Por ejemplo, el neodimio-hierro-boro (NdFeB), una aleación imantada crítica para motores de tracción en vehículos eléctricos, depende de varios de estos elementos. Las restricciones chinas podrían comprometer la producción de estos imanes, que requieren pureza elevada y procesos complejos de separación metalúrgica que aún dominan plantas chinas.
Diversificar las cadenas de suministro
Los expertos advierten que, aunque existen yacimientos alternativos en países como Australia, Vietnam y Brasil, el cuello de botella reside en la capacidad de procesamiento, que China sigue monopolizando. El desarrollo de capacidades independientes de refinación e imantación —con requisitos ambientales y técnicos exigentes— es lento y requiere inversiones sostenidas en I+D, infraestructura y regulación ambiental especializada.
En este contexto, la decisión de Pekín refuerza la urgencia de diversificar las cadenas de suministro y fomentar la investigación en materiales sustitutos o tecnologías que reduzcan la dependencia de tierras raras. Instituciones como la Unión Europea y el Departamento de Energía de EE.UU. ya han identificado estos materiales como estratégicos y han lanzado programas para mitigar riesgos críticos. A corto plazo, sin embargo, la presión sobre las industrias tecnológicas se mantendrá alta.
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