Plan de Sernageomin a observatorio volcanológico pondría en “grave riesgo” el cumplimiento de ley ante desastres

Trabajadores del Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (Ovdas) han alertado que los cambios propuestos podrían afectar a las comunidades expuestas a riesgo volcánico.

El pasado 24 de abril el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) notificó mediante un documento, una reestructuración al Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (Ovdas), el principal centro de monitoreo y análisis de la actividad volcánica de Chile. Esto, para fortalecer su capacidad de monitoreo volcánico, siendo la automatización supervisada con inteligencia artificial y machine learning uno de los ejes claves del plan.

Parte de esta reestructuración es no renovar un contrato vigente con la Universidad de La Frontera (UFRO), cuya función es proveer soporte a la operación, con una dotación de 16 personas. Aquella licitación está valorada en $450 millones anuales, según declara el presidente de la Asociación de Funcionarios Regionales de Temuco y calculista geodésico del Ovdas, Cristian Mardones. 

Otra decisión que señala el documento –al que tuvo acceso Reporte Minero y Energético– es la apertura de un concurso público para contratar cuatro nuevos profesionales bajo régimen de contrata. 

Respuesta de funcionarios del Ovdas

Los funcionarios del Ovdas –cabe decir que es un observatorio que desarrolla vigilancia continua a 43 volcanes estratégicos para alertar posibles erupciones volcánicas– no tardaron en responder. 

A cinco días de haber recibido el documento de reestructuración, el 29 de abril los trabajadores manifestaron sus preocupaciones enviando una carta al director nacional de Sernageomin, abogando, entre otras conjeturas, a la reducción de personal. 

“El esquema actual contempla 15 especialistas en turno 24/7 y 18 profesionales de volcanología, totalizando 33 personas dedicadas al monitoreo primario y avanzado. El esquema anunciado asignaría a 20 profesionales la responsabilidad de mantener la vigilancia permanente, 13 personas menos que en el esquema actual, incluyendo las nuevas contratas”. 

Este es un extracto de la carta enviada por los funcionarios del Ovdas, que Reporte Minero y Energético tuvo a la vista. En ella solicitan concretamente un plan de reestructuración, perfiles de cargo, informes técnicos, garantía del respeto a la dignidad profesional de los funcionarios, evaluación del impacto de la salud laboral y la prórroga del actual sistema de monitoreo externo, hasta que el nuevo esquema demuestre viabilidad y seguridad.

El 6 de mayo los funcionarios enviaron una segunda carta, expresando su preocupación por no haber recibido respuesta al primer escrito. Argumentan que la falta de respuesta refleja “carencia de planificación y sustento técnico frente a la gran reestructuración que se quiere implementar”. También, alertan la reducción en el monitoreo de volcanes con los plazos estipulados al comienzo. 

“Considerando 8 semanas a contar del 5 de mayo, dado que quedó en evidencia que no será posible automatizar la totalidad de los volcanes como inicialmente se planteaba, (sic) De 43 volcanes monitoreados, pasaríamos al día fijado, 04 de julio de 2025, a 5 o 15, en el mejor de los casos, considerando la automatización sólo de actividad sísmica, sin considerar actividad superficial, deformación y análisis multiparamétricos, excluyéndose de la implementación de monitoreo a 28 volcanes que actualmente sí están cubiertos”, indican los funcionarios en la segunda carta, que Reporte Minero y Energético tiene en su edición. 

Los trabajadores del Ovdas sostienen que la reestructuración propuesta afectaría seriamente la capacidad de respuesta oportuna ante una crisis volcánica, “poniendo en grave riesgo el cumplimiento de la Ley 21.364” (que establece el sistema nacional de prevención y respuesta ante desastres). 

“No puede justificarse bajo el eslogan de eficiencia o innovación, cuando las consecuencias reales afectan directamente a los trabajadores del OVDAS y a las comunidades expuestas al riesgo volcánico, afectando su seguridad y vulnerando su derecho a protección oportuna y efectiva”, se lee en la segunda carta enviada por los trabajadores. 

El pasado lunes 19 de mayo los trabajadores del Ovdas fueron informados que se extendería el plazo de salida del personal de la UFRO al 4 de octubre, apostando por una “transición tranquila hacia nuestro nuevo modelo operativo”, de acuerdo al comunicado enviado por Sernageomin a los funcionarios. 

Sernageomin contestó a este medio que las “tecnologías están siendo validadas con datos históricos y protocolos rigurosos, y permitirán mejorar la eficiencia y la precisión del análisis sísmico y de imágenes, sin reemplazar el juicio humano. La decisión de extender el contrato con UFRO hasta octubre de 2025 tiene precisamente como objetivo garantizar una transición técnica sólida, con validación cruzada y capacitación adecuada del personal”. 

“Esta automatización (...) está realizada solamente para un volcán”

Fue muy rápida la implementación. Eso piensa Cristian Mardones. “Coincidimos muchos en lo mismo, que se implementó muy rápido, que en dos meses no va a funcionar. Nosotros por lo menos necesitaríamos un año para validar ese sistema”. 

Mardones apuesta por el uso de inteligencia artificial, pero afirma que el plan propuesto por Sernageomin no está probado. “La inteligencia artificial yo creo que está bien, nosotros la podemos usar, pero no un aplicativo que no sabemos cómo funciona, ni cómo va a dar resultados finalmente”. 

El calculista geodésico agrega que la automatización en el monitoreo de volcanes se originó en el observatorio, sin embargo no puede aplicarse para todos los volcanes. “Esta automatización nació a partir del observatorio. Hay un profesional que trabajó en esto, pero, está realizada solamente para un volcán, no considera que este volcán, que es el volcán Villarrica, puede haber cambiado su forma de hacer erupciones. Lo que pasó en el 2015, por ejemplo, no se repitió con la crisis que nosotros observamos en el 2023”. 

“Entonces al ser sistemas naturales que no son lineales en su comportamiento, es súper difícil poder decirle a una máquina que cuando detecta ciertas características tiene que dar una alerta. Eso no puede pasar por una máquina, no puede pasar por una inteligencia artificial, tiene que pasar directamente por el control humano”, precisa Cristian Mardones. 

El punto en todo esto es que la tecnología y los estudios que realizó el observatorio han sido probados solo en el volcán Villarrica. “Eso es un problema grande”, dice el profesor asociado de la Universidad Católica de Temuco, que a su vez es doctor en geofísica y especializado en sismología volcánica y en la interacción entre terremotos y actividad volcánica, Cristian Farías. 

“Todo volcán tiene cierto tipo de sismos. Y si bien tú puedes usar lo que aprendes en un volcán para detectar en otro, igual tienes que adaptar lo que aprendiste en uno para detectar en otro. Entonces es complejo porque si solamente se ha probado en uno, entonces sí, yo pienso que requeriría tiempo”, declara Farías.

Agrega que “la parte arriesgada de la cuestión es, ¿hasta qué punto tú vas a probar el sistema que tienen con una crisis? Y eso es lo que no se ha visto. Entonces, el timing es complejo. Porque yo entiendo que requiere mucho tiempo y yo entiendo que no se está dando ese tiempo para poder implementarlo”. 

El doctor en geofísica también pone el foco en robustecer el observatorio y en el desarrollo de investigación. “Deberías tener muchísimos más recursos de los que tiene el observatorio. Tienes 43 volcanes que monitorear, de los cuales 15 son muy activos en cuanto a las señales que te dan y en cuanto al potencial impacto que pueden tener. Y eso requiere harta gente. No solamente gente que esté trabajando, interpretando lo que un detector te está dando inicialmente, sino que, aparte, que investiguen”. 

Farías subraya que “todo volcán tiene una firma, por decirlo de cierta forma, un comportamiento particular. Entonces cuando tú tomas los datos que des, tienes que interpretar el mismo, tienes que tener conocimientos de ellos. Y esos conocimientos no son tan fáciles de obtener”.

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