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Por Editor , 18 de octubre de 2024 | 01:10Preparando el terreno para el futuro: Automatización en la Minería Chilena
Opinión de Fernando Romero, Gerente General, Honeywell Chile.
La automatización es, sin duda, uno de los pilares sobre los que se está construyendo el futuro de la industria minera. A medida que el mundo se adentra en una nueva era de transformación digital, las empresas mineras se encuentran ante la oportunidad de redefinir sus procesos operativos y mejorar sus resultados de una manera sin precedentes. La automatización, impulsada por tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y la robótica, está cambiando el rostro de la minería moderna, permitiendo operaciones más seguras, eficientes y sostenibles.
En la minería, donde los márgenes de error pueden ser extremadamente pequeños, la capacidad de optimizar cada aspecto de la operación es fundamental. Las soluciones de automatización permiten que las operaciones mineras sean más precisas y eficientes. Por ejemplo, el uso de sensores inteligentes y sistemas de monitoreo en tiempo real permite a las empresas identificar fallos potenciales antes de que ocurran, evitando costosos tiempos de inactividad y reduciendo los costos operativos. Además, la automatización facilita una gestión más precisa de los recursos, desde el consumo de energía hasta el uso de agua, contribuyendo así a reducir la huella ambiental de la minería.
La automatización no solo mejora la eficiencia, sino que también desempeña un papel crucial en la mejora de la seguridad de los trabajadores. Las operaciones mineras a menudo se llevan a cabo en entornos hostiles, donde el riesgo de accidentes es alto. Al integrar tecnologías como vehículos autónomos, drones de inspección y sistemas de vigilancia automatizados, es posible reducir la exposición de los trabajadores a condiciones peligrosas, aumentando la seguridad general en las minas.
Chile, como uno de los principales productores de cobre y litio del mundo, se encuentra en una posición única para liderar esta transformación tecnológica. Sin embargo, este liderazgo no está exento de desafíos. Según el Global Business Report 2024, se calcula que se necesitan 34.000 trabajadores calificados para cubrir el déficit de oferta provocado por la transición energética, pero el número de personas que se incorporan al sector es cada vez menor.
La creciente demanda global de minerales esenciales para la transición energética, como el cobre y el litio, está ejerciendo presión sobre las operaciones mineras para que sean más productivas y sostenibles. Además, las crecientes expectativas en materia de responsabilidad ambiental y social, junto con las nuevas regulaciones, obligan a la industria a encontrar formas innovadoras de operar.
Las tecnologías avanzadas están demostrando ser herramientas valiosas para enfrentar estos desafíos. Por ejemplo, la automatización en la minería subterránea ha permitido a las empresas operar en zonas donde antes era imposible o demasiado peligroso. Asimismo, el uso de inteligencia artificial para analizar grandes volúmenes de datos está optimizando la planificación de minas y permitiendo una operación más eficiente y precisa. Todo esto no solo está impulsando la eficiencia operativa, sino que también está ayudando a reducir el impacto ambiental de la minería, algo que cada vez es más importante para las comunidades locales y los reguladores.
Para que la industria minera chilena mantenga su liderazgo global, es fundamental que las empresas se adapten rápidamente a estas nuevas tecnologías. La capacitación y el desarrollo de habilidades serán esenciales para garantizar que la fuerza laboral esté preparada para operar y mantener las tecnologías avanzadas. Además, la colaboración entre las empresas mineras, los proveedores de tecnología, el gobierno y las instituciones académicas será clave para fomentar la innovación y la adopción de mejores prácticas en el sector.
En definitiva, la automatización ya no es una opción, sino una necesidad estratégica en la industria minera moderna. Las empresas que adopten estas tecnologías estarán mejor posicionadas para afrontar los desafíos del futuro, desde la reducción de costos y la mejora de la eficiencia hasta la creación de entornos de trabajo más seguros y sostenibles.
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