“Sin ciencia e innovación no hay desarrollo sostenible”

Por Cristian Cuevas Vega, seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Norte.

El litio es un elemento crítico para llevar a cabo la transformación energética basada en electromovilidad y nos desafía a plantearnos una nueva posibilidad para avanzar hacia el desarrollo de este nuevo paradigma energético, con una mirada sustentable de los recursos naturales en nuestro país y la Estrategia Nacional de Litio, que juega un rol clave.

Nuestro Presidente de la República, Gabriel Boric, durante su cuenta pública señaló que está logrando cambios profundos y ordenados para el país, por lo que enfatizó que al finalizar su mandato, se espera que se desarrollen proyectos de inversión público-privada que permitan más que duplicar la producción de litio en una década.

Además, destacó la importancia de la ciencia, la tecnología y la innovación como elementos fundamentales para el desarrollo sostenible de Chile. "Sin ciencia e innovación no hay desarrollo sostenible", afirmó el Presidente, subrayando la necesidad de orientar una parte significativa de los recursos del litio hacia el incremento del gasto en estos ámbitos.

En el mismo contexto, la Estrategia Nacional de Litio busca fortalecer el proceso de descentralización económica para nuestras regiones, lo cual se confirma con la creación del Instituto Nacional de Litio y Salares (iLiSa) con sedes en Copiapó, Antofagasta y San Pedro de Atacama.

La creación de este instituto es un paso significativo en las regiones de Antofagasta y Atacama, sobretodo para el resguardo de sus salares y la protección del capital natural de estos ecosistemas frágiles, asegurando un enfoque integral y sostenible en la gestión de estos recursos, a través de una política de conservación ambiciosa que protegerá más del 30% de la superficie de salares del país. Dicho capital natural podría ser incluso un potencial de desarrollo biotecnológico muy importante.

Para asegurar el éxito de esta Estrategia Nacional de Litio, es fundamental contar con un compromiso decidido de todos los actores involucrados: gobierno, empresas, comunidades y el sector académico. La colaboración y el diálogo son clave para avanzar en la implementación de políticas que no solo impulsen el desarrollo económico, sino que también garanticen la sostenibilidad y la equidad en el uso de nuestros recursos naturales.

El reto es grande, pero la oportunidad es mayor. Al aprovechar el potencial del litio de manera responsable y equitativa, la macrozona norte no sólo podría consolidarse como líder mundial en la producción de este recurso estratégico, sino también como un modelo de desarrollo sostenible e inclusivo. De esta forma, la transformación energética se convertirá en un motor de progreso para las futuras generaciones, preservando al mismo tiempo el rico patrimonio natural del país.

El camino hacia una economía más verde y sustentable está trazado. Ahora, con el Instituto Nacional de Litio y Salares, bajo el amparo de la Estrategia Nacional de Litio, tenemos la oportunidad histórica de construir un futuro más próspero y respetuoso con el medio ambiente para todos los chilenos y chilenas.

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