Hacia la escalabilidad en la minería

Opinión de Marcos Alexandre Lopes, Líder de Industry X de Accenture Chile

Cualquier programa que se proponga abordar una cuestión clave o un reto empresarial acabará teniendo éxito o fracasando en función de un factor clave: si se puede escalar. Y en el caso de la minería no es diferente. Las organizaciones deben aprender a superar los retos que conlleva pasar de la prueba experimental de conceptos, a la transformación a gran escala. Se trata de avanzar hacia la industria X, donde la transformación digital alcanza todas las áreas de la minería.

Para alcanzar la escalabilidad y, por lo tanto, el valor real de la transformación digital, las mineras deben enfocarse en cinco elementos principales. Primero, la estrategia. Para que la transformación tenga éxito, es necesario que el liderazgo la respalde plenamente. Los ejecutivos C-Level deben comunicar de forma convincente y periódica el propósito de la transformación a los trabajadores. Esto no puede limitarse a un anuncio puntual, sino que debe ser un refuerzo continuo que se dirija a los colaboradores y presente un argumento convincente sobre la importancia de la transformación y el impacto positivo que tendrá.

El segundo elemento es avanzar hacia un modelo operativo inteligente. Para que las mineras aprovechen el potencial de sus programas digitales, es necesario cambiar fundamentalmente la forma en que los seres humanos interactúan con la tecnología y cómo se gestionan los programas. Hay que mantener un hilo conductor a lo largo del ciclo de vida de los proyectos para garantizar el éxito.

En tercer lugar, está la agilidad de innovación. La rapidez es vital para garantizar que los programas sean relevantes para las operaciones mineras. Al identificar claramente las áreas en las que se está perdiendo valor se pueden guiar los programas sobre dónde deben centrar sus esfuerzos. Una vez identificados, estos proyectos pueden priorizarse en una matriz de solución de pérdidas (es decir, de generación de valor) frente a la facilidad de ejecución. Los proyectos de alto valor y fácil aplicación (teniendo en cuenta las personas, los procesos y la tecnología) deben priorizarse y combinarse para integrar los procesos.

Una vez que una organización tiene una forma de medir y contabilizar las pérdidas, resuelve estos retos mediante la integración de procesos, la automatización se convierte en el siguiente paso lógico antes de la optimización y, finalmente, las capacidades cognitivas toman el relevo.

El cuarto elemento es la capacidad tecnológica. El panorama tecnológico operativo es muy complejo, con cientos o miles de etiquetas, sensores e indicadores. Algunos de ellos son conocidos por los expertos que trabajan en un proceso concreto o en un activo, pero otros han formado parte del despliegue durante muchos años o décadas. El conocimiento suele estar aislado y es difícil de extraer cuando se observa la cadena de suministro de principio a fin o en muchos lugares. Entender los datos que generan estos activos es esencial, ya que la data es el alma de cualquier transformación.

Por lo tanto, es imprescindible contar con una estrategia de datos clara. La data debe gobernarse en una plataforma y es probable que la nube sea el lugar óptimo para las herramientas necesarias para contextualizar y armonizar los datos. Así también, el avance de los gemelos digitales para crear un conjunto de datos armonizados y contextualizados a partir de datos operativos y empresariales se está convirtiendo rápidamente en un elemento clave para impulsar la transformación digital a escala.

Otra consideración clave es encontrar una forma consolidada para que los usuarios consuman los datos e introduzcan sus experiencias, conocimientos y decisiones en la plataforma. Las soluciones estandarizadas en todos los procesos ayudan a forjar una fuerza de trabajo más conectada y consciente que es más fácil de gobernar y escalar.

El quinto y último elemento que deben considerar las mineras para escalar su transformación digital es la cultura. Las personas son naturalmente reacias al cambio y trazar el camino hacia un futuro más autónomo que implique a las personas en su núcleo, es difícil, pero es uno de los pasos más importantes que hay que dar. Este es uno de los mayores obstáculos para la velocidad de cualquier transformación. 

Al poner foco en estos cinco elementos, las mineras lograrán convertirse en empresas X, es decir, organizaciones que cuentan con la madurez e inteligencia operativas necesarias para mantenerse competitivas en un mercado cada vez más cambiante. 

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