Tratado de Alta Mar: acuerdo global para proteger los océanos y frenar la minería submarina

El Tratado de Alta Mar, que entrará en vigor en enero de 2026, busca proteger el 30% de los océanos y refuerza el debate global sobre la minería submarina y su impacto en la biodiversidad marina.

El Tratado de Alta Mar (BBNJ) representa un paso histórico en la gobernanza ambiental global, con el objetivo de detener la pérdida de biodiversidad y avanzar hacia la protección del 30% de los océanos al 2030. Su implementación coincide con un escenario de creciente interés internacional por los recursos minerales del subsuelo marino.

Aunque el acuerdo no prohíbe expresamente la explotación de minerales en aguas internacionales, establece que cualquier iniciativa deberá coordinarse con la ISA, que aún no aprueba proyectos comerciales. Sin embargo, países como India han firmado contratos de exploración, mientras que Estados Unidos impulsa licencias directas a empresas privadas, lo que genera tensiones en foros internacionales.

La discusión se enmarca en una demanda proyectada de hasta 90% más de litio, cobalto y níquel al 2040, según la Agencia Internacional de Energía. Este escenario plantea un dilema entre la necesidad de minerales críticos para la transición energética y el riesgo de impactos irreversibles en ecosistemas marinos aún poco estudiados.

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