2024: Coquimbo será la región con menor inversión minera

Desde el Consejo Regional Minero de Coquimbo señalaron que la propuesta de nueva Constitución también podría perjudicar la intención de inversiones en la región.

A medida que el mundo avanza en su proceso de recuperación tras la devastadora pandemia del covid-19, es evidente que no todos los sectores productivos se han recuperado a la misma velocidad. Un claro ejemplo de esto se encuentra en la industria minera en la región de Coquimbo.

Un estudio reciente de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) indica que la inversión en minería experimentará una disminución del 6% en 2024, en comparación con el presente año. Se espera que el monto de inversión en proyectos mineros en Chile sea de aproximadamente US$4.190 millones.

La incertidumbre que giró en torno a la iniciativa del Royalty Minero fue una de las principales causas que afectó la inversión en el sector. Sin embargo, persisten problemas en los procesos de tramitación ambiental también han influenciado en esta disminución de capital.

La región de Coquimbo será una de las más afectadas con una inversión estimada de 1.196 millones de dólares, situándola en el último lugar de inversión en el norte del país. 

Además del proyecto de Infraestructura Complementaria (INCO) de Los Pelambres, El Espino de la Sociedad Punta del Cobre (Pucobre), Arqueros de Nittetsu Mining o los sondajes cercanos a El Indio de Barrick Gold, no se observan nuevos desarrollos a concretarse en el mediano plazo.

De acuerdo a declaraciones del presidente del Consejo Regional Minero de Coquimbo, Juan Carlos Sáez, al diario El Día, la materialización de proyectos como Dominga, propiedad de Andes Iron y que contempla una inversión de más de 2.500 millones de la divisa norteamericana, dinamizaría la economía.

Además manifestó que la elaboración de una propuesta de nueva Constitución también podría perjudicar la intención de inversiones en la región de Coquimbo. “La exploración ha ido descendiendo porque dejamos de ser el territorio que éramos hace décadas pasadas. Sin ir más lejos, dejaremos de tener una carta fundamental en donde se clarificaba, por ejemplo, de quién eran los recursos o cómo se podían aprovechar. Es un ciclo negativo en el que se ve inmerso el país”.

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