Los mejores vinos y piscos que representan al paladar chileno

Las bebidas, como el vino y el pisco, suelen ser un boleto sensorial para viajar no solo para quien las elige y consume sino también para quienes la producen.

Una alternativa vinculada pura y exclusivamente al placer es la elección de una buena bebida. Ya sea para palpitar o acompañar una comida o para prolongar las conversaciones surgidas de una mesa, compartir un trago entre amigos o junto a miembros de la familia resulta una de las experiencias más simples y enriquecedoras.

Cuanto mayor resulta la satisfacción cuando al hacerlo además puede reconocerse la identidad del país al tomar contacto con un producto surgido de la tierra misma del territorio. En ese sentido, la industria vitivinícola constituye no solo un pasaporte sino también una cédula representativa.

El simbolismo del vino

En los últimos años, el consumo de vino tuvo un crecimiento notable. Ya sea destinado al consumo interno y también para la exportación, el proceso que comprende desde la cosecha de la vid pasando por su trituración, fermentación y añejamiento un gran número de recursos humanos y materiales que culminan con el embalaje y puesta en circulación de la unidad que contiene el codiciado líquido violáceo. 

Por mencionar simples datos, solo en 2021, de acuerdo al informe final realizado por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), la industria tuvo un incremento en su producción del 30% con respecto al año anterior. Los principales destinatarios de las ventas que salen desde Chile continúan siendo China y Estados Unidos convirtiéndose la actividad en un gran generador de empleos y divisas con función diplomática de Este a Oeste.

Por si fuera poco, según consta en el mencionado informe, la cantidad de vino consumido en el territorio está estimada en 2,4 millones de hectolitros. Una evidencia clara que ya no es necesario salidas caras o eventos exclusivos para decidirse por un buen varietal que garantice despertar los sentidos y acompañar cualquier momento presente en la vida cotidiana del hogar. 

Cepas que identifican

Es por eso que, como las oportunidades o los momentos suelen ser repentinos, conviene contar con reservas a fin de contemplar festejos o visitas de amigos o familiares con el stock suficiente para no escatimar el acompañamiento de un buen vino y que nadie quede con la boca seca. Es por eso que tener en bodega las cajas de vino necesarias ayuda a dejar resuelto el almacenamiento.

Con una amplitud de extremo a extremo de la cordillera que favorece el cultivo de diferentes cepas, con epicentro en los valles de la región central, en cada botella queda evidenciado el resultado de un proceso que contempla un sinfín de manos. Desde las más tradicionales cepas Carmeniere, Cabernet Sauvignon o Merlot hasta las más nuevas como Late Harvest en cada una de ellas pueden apreciarse notas distintivas y aromas que remiten a los más intensas vivencias. 

Como otras cepas que también deben su origen a la zona de Burdeos en Francia, pero notoria por su presencia en suelo chileno, el vino carmenere constituye una de las vedettes que de las últimas temporadas. Si bien pertenece a la familia Cabernet, la obra y gracia del tono carmín de la uva le proporciona una identidad única que lo posicionó como uno de los más elegidos por su sabor acerezado que remite a frutas rojos y otras especias evocativas aún en los paladares menos acostumbrados a este tipo de bebidas. 

Entre las bodegas que se dedican a la producción y distribución se destacan Santa Catalina a $4850 cada botella; Héroes a $5190 cada botella o Casillero del Diablo Reserva Especial a $7150.

Los Late Harvest

En el caso de los Late Harvest se trata de una variedad don notas dulces, caracterizada por su dulzura y cierto aroma frutal, que se caracteriza porque sus uvas son cortadas por fuera de la temporada habitual y no cuentan con tanto tiempo de añejamiento siendo distribuida casi de inmediato. 

De las bodegas que se destacan por entregar esta línea de mesa de varietales pueden destacarse vinos blancos de Concha y Toro entre a $3550 y $3750; junto a variantes de otras bodegas a $3950.

Para aprovechar otro tipo de vino oferta puede optarse por el botellón familiar de vino tinto Carmeneire de la marca 120 a $3270 o los vinos de la marca Gato en diferentes varietales que van desde los $1940 hasta los $2050, además de la marca Exportación Selecto que se ofrecen a $2190 en botellas con etiqueta blanca.

El pisco, indispensable

En la búsqueda de bebidas blancas, el pisco es un aguardiente que se ha convertido en referencia ineludible en la región andina de América del Sur. Generalmente acompañado de otras bebidas sin alcohol como bebidas cola o diferentes jugos de frutas, es un buen acompañante para todo tipo de mariscos y postres, además de destacarse por sus propiedades diuréticas y antioxidantes. 

Destilado de la procedencia de las trece variedades de uvas aromáticas, de cepas blancas y rosadas, recogidas en las regiones de Atacama y Coquimbo, el pisco chileno es considerado parte del patrimonio social, cultural y productivo de todo el país. De acuerdo a datos proporcionados por el Programa Territorial Integrado para Industria Pisquera, hay 2800 productores de uva pisquera con 36 millones de litro de producción anual y 53 marcas de pisco en el mercado que se encargan de llevar el producto a las mesadas de las familias chilenas.

En sus diferentes presentaciones, en cuanto a pisco precios puede conseguirse la lata de Mistral Ice a $1190 o en botella de la misma marca a $1550, ideal para matizas altas temperaturas. También es destacado, el pisco Capisco tanto añejado como transparente a $6490 con la inclusión de notas clara de caramelo tostado y cacao y aroma de roble francés con reminiscencias secundarias a coco y frutos rojos.

Con el fin de aprovechar el momento, adquirir una caja con seis unidades de Pisco El Gobernador a $77990, ideal para la temporada otoño e invierno.

En búsqueda de distinción, la marca Kappa ofrece un producto destilado de uvas de la cepa tempranillo con alambiques de cobre empleados para el cognac, cuya presentación tiene un valor de $38100.

Las bebidas, como el vino y el pisco, suelen ser un boleto sensorial para viajar no solo para quien las elige y consume sino también para quienes la producen.

COMENTA AQUÍ