Anita Muñoz, vicepresidenta de la Red Ingenieras de Minas: “Es raro que una mujer elija hacer su carrera profesional en minería”

Una mística historia familiar es el origen del interés por la minería de Anita Muñoz, ingeniera en minas y actual vicepresidenta de RIM. La profesional vislumbra en el futuro mejores protocolos mineros en materia de acoso y abuso sexual, y tiene fe en el litio y la exploración.

Anita Muñoz, ingeniera en minas de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) y vicepresidenta de la Red Ingenieras de Minas (RIM), cuenta cómo, de forma un tanto mística, la minería se volvió relevante para ella. 

Su bisabuelo, quien fue minero, falleció el mismo año en que ella nació. Cuando su madre estaba embarazada, le dijo al padre de Anita:
–¿Tú qué crees que será cuando sea grande?
–Yo creo que va a ser minera –Le respondió. 

Cuando estaba en cuarto medio, Anita supo que la minería era el lugar donde ella iba a aportar. Estaba en la casa de su abuelo leyendo el diario. Era el año 2015, y el mundo vivía el fin del superciclo del cobre -que cerraba en su precio más bajo desde la crisis subprime, que partió en 2007-, afectando principalmente a nuestro país. La entonces estudiante de último año escolar, viendo todo esto, pensó: “oye, pero… ahí yo creo que podría meterme (comenta entre risas). Si ahora está en crisis, significa que hay hartas cosas que hacer y problemas que resolver”. 

No se equivocó. Su trayectoria en la Usach y su memoria en Codelco, entre otras vivencias profesionales, la han llevado a formar parte de una organización que está en el centro del desarrollo cultural minero en Chile, la Red Ingenieras de Minas, cuyo fin es promover la diversidad en equipos de trabajo, fomentando la incorporación de mujeres en operaciones y cargos ejecutivos en la industria minera a nivel nacional.

La profesional destaca el reciente trabajo que RIM ha estado llevando a cabo con el ministerio de Minería por medio de la Mesa Nacional Mujer y Minería. La iniciativa engloba a un numeroso ecosistema de empresas colaboradoras, mineras, fundaciones y organizaciones que velan por la inclusión femenina. Afirma que la mesa se encuentra desarrollando políticas públicas para llegar a compromisos concretos que erradiquen la violencia a la mujer en el sector. 

De acuerdo al “Monitoreo de Indicadores de Género”, elaborado por la Alianza CCM-Eleva, los indicadores de marzo de 2024 revelan que la participación total de mujeres de la gran minería chilena, entre el año 2022 y 2023 aumentó desde un 15,2% a un 18%. Si se desagrega esta cifra, se observa que las empresas mineras lideran con un 20,9%, mientras que las empresas proveedoras de la cadena de valor principal alcanzan un 8,5%. 

Estos aumentos graduales pueden ser logros importantes para la minería en Chile, sin embargo, para Muñoz, “hay muchas brechas y estereotipos que todavía tienen que trabajarse. La sensibilización, la conciliación laboral y familiar. Toda la realidad que no tiene que ver con estas estadísticas, sino con el diario vivir de las mujeres en minería ha estado marcado por una diferencia cultural importante”.  

El aumento gradual del ingreso de la mujer en la minería es un tema histórico. El boletín minero llamado “Mujeres Pioneras en Ingeniería y Minería” realizado por María Celia Barros M., da cuenta que entre 1853 y 2003 tan “sólo 30 damas cursaron ingeniería civil en la Universidad de Chile, al punto de hablarse del “Síndrome Beauchef” que era la escasa presencia femenina en este campus, en las últimas dos décadas el interés de la mujer en las ciencias y la ingeniería se ha visto incrementado rápidamente, alcanzando a más de 100 postulantes al año”. 

Así también, los resultados de mujeres seleccionadas en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por su sigla en inglés) aumentó de 27,2% en 2023 a 30,2% este año.

En la misma línea, una clave relevante que señala la profesional como materia a discusión en la industria no tiene que ver tanto con el ingreso de la mujer al sector, sino con su permanencia. “Últimamente, se ha visto que entran muchas mujeres; sin embargo, optan por irse de la minería. Es raro que una mujer elija hacer su carrera profesional en minería. No estamos hablando de mujeres recién egresadas, sino de mujeres que llevan 3 o 5 años trabajando en el sector”, enfatiza la ingeniera, quien enlista diferentes dinámicas asociadas a la retirada femenina de la minería, tales como problemas culturales, problemas con las jefaturas, acoso y abusos. 

La presidenta de la Red Ingenieras de Minas, Stephanie Wilhelm, comparte la idea, y dice que la industria minera ha potenciado sus políticas de contratación, permitiendo aumentar la dotación femenina, no obstante, “todavía falta mucho que hacer en la mediana minería”. Agrega que “en la pequeña minería y en las empresas contratistas y que prestan servicios al sector, aún no se nota (considerando las excepciones) que haya una tendencia hacia la contratación de talento femenino”.

Mirando hacia el futuro minero en Chile en 20 años más, Anita Muñoz imagina que en ese momento ya no sea necesario juntarse entre mujeres para crear políticas públicas e impulsar iniciativas, que no sea tema la inclusión de la mujer. “Que sea algo tan natural que realmente no sea necesario mencionar”. 

También proyecta mejores políticas de sanción o medidas cautelares respecto a abusos y acoso sexual, y que estas dinámicas vayan a la baja con protocolos claros y seguros tanto para mujeres como hombres. 

En términos de producción y cobre, “yo tengo fe de que la exploración dentro de Chile se va a seguir fomentando, por lo que esto va a seguir aumentando, los yacimientos, la producción (...) creo que ahora se está invirtiendo mucho más en exploración minera y que se van a encontrar yacimientos importantes y buenas fuentes minerales, y también se va estar avanzando a una minería no tan metálica, sino que también va a tomar protagonismo lo que ahora es el litio y los minerales no metálico”, concluye.

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